viernes, 10 de junio de 2016

PAU HISTORIA DE ESPAÑA - Las reformas socialistas de Felipe González y las reformas de los gobiernos de Aznar (1982-2004)

Tras el declive de UCD a causa de las grandes disensiones internas, el presidente Calvo Sotelo procedió a disolver el Parlamento y convocar nuevas elecciones que serían ganadas por el socialista Felipe González con mayoría absoluta en 1982. González se presentaba como el motor del cambio que España necesitaba, y se mantuvo en el poder durante cuatro legislaturas.

El programa de reformas del PSOE tenía como prioridades luchar contra la crisis, racionalizar las administraciones y avanzar hacia la consecución del Estado del bienestar. Para revitalizar la economía se tomaron medidas dirigidas a garantizar la estabilidad financiera, reducir la inflación y estimular la inversión privada. Al mismo tiempo se reestructuró la industria adaptando los sectores a las exigencias del mercado internacional y del ingreso en la CEE. Se sanearon las financias y se promovió la tecnología, pero la capacidad industrial se vio reducida y con ella el empleo, lo que provocó conflictos laborales.

Acompañando a las reformas económicas se llevaron a cabo otras de carácter social como la despenalización de ciertos supuestos del aborto y una reforma educativa. Esta se concretó en la Ley de Reforma Universitaria (1983), que reconocía la autonomía de las Universidades, la LODE (1985), por la cual la educación obligatoria y gratuita alcanzaba hasta los 14 años. Con la LOGSE (1990), se extendería hasta los 16. En 1988, las protestas sociales comportaron la universalización de la asistencia sanitaria gratuita, el fortalecimiento de la protección al desempleo y la consolidación del sistema de pensiones mediante el Pacto de Toledo.

En el ámbito territorial se consolidó el Estado de las Autonomías, aunque la distribución de competencias comportó algunas dificultades. La declaración de inconstitucionalidad de la LOAPA, llevó a la elaboración de otra ley con los artículos que seguían siendo legales (La Ley del Proceso Autonómico o LPA).

Puesto que la integración de España en la CEE era una de las prioridades de González, España tuvo que llevar a cabo un arduo proceso de adaptación a la normativa comunitaria. El 12 de junio de 1985 se firmó el tratado de adhesión consensuado por todos los partidos. La incorporación efectiva se llevó a cabo el 1 de enero del año siguiente.

Sin embargo, las situaciones más críticas llegaron de la mano del devastador terrorismo de ETA, que asesinó a  más de cien personas sólo durante la primera legislatura de González. Para abordar este problema, se firmó el Pacto de Ajuria Enea (1988) con la intención de aunar esfuerzos entre todas las fuerzas democráticas contra el terrorismo. En cuanto a los asuntos militares, se acometió una reforma del ejército para acabar con el peligro del golpismo. Esta consistió en reducir la plantilla militar gradualmente y someter al ejército al poder civil.

Pero el desgaste político de González, propiciado por el deterioro de las relaciones con los sindicatos, algunos casos de corrupción, el escándalo de los GAL y la crisis de 1982, propiciaron que las elecciones de 1996 fueran ganadas por el Partido Popular.

El primero de los gobiernos populares fue centrista y se centró en subsanar los problemas económicos, sin cambiar grandes cosas, pues no contaban con la mayoría absoluta. El mayor logro económico fue entrar en el primer grupo de Estados que adoptarían el Euro, pero esto supuso una frenética privatización de empresas para equilibrar el déficit.

En el ámbito del terrorismo, los primeros momentos de entendimiento con el PNV para hacer frente al terrorismo de ETA se truncaron con el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco, que provocó grandes protestas. Los nacionalistas vascos interpretaron que los no nacionalistas iban en su contra, rompieron el pacto de Ajuria Enea y suscribieron el Pacto de Lizarra en 1998, exclusivo de nacionalistas.

En el año 2000 el PP obtuvo la mayoría absoluta y desde entonces actuó sin cortapisas. Se modificó sensiblemente la legislación socialista, elaborando una serie de Leyes:  la Ley de Extranjería, la Ley Orgánica de Universidades, que reducía su autonomía, la LOCE, que reestructuraba las enseñanzas medias y la Ley de Partidos, por la cual se ilegalizaba todo aquél que no condenara el terrorismo. Por otro parte se procedió a suprimir el servicio militar obligatorio.

Además, el PP llevó a cabo el faraónico Plan Hidrológico Nacional, que contemplaba trasvases entre cuencas e intentó reformar el subsidio por desempleo sin negociar con los sindicatos, pero la aprobación provocó una huelga general así que se acabó retirando. En política exterior, Aznar apoyó la invasión de Irak.


El desgaste sufrido a partir de la funesta gestión del desastre del Prestige, pero sobre todo a causa de los atentados del 11-M tres días antes de las elecciones, propició la llegada de los socialistas del nuevo al poder.

No hay comentarios:

Publicar un comentario